Durante estas semanas se lleva a cabo el clasificatorio de primera división 2010, que otorga 6 plazas a los mejores ajedrecistas a la gran Final Absoluta, se juega en el local de la Unión Cantonal de Asociaciones de Moravia (UCAMO) y ocurrió algo que vale la pena criticar.
Esto fue lo que pasó: un joven jugador en la primera ronda, quién supera los 2100 de elo, tiene varios años jugando y fue finalista el año anterior, perdío su partida luego de tener una importante ventaja material. Su perdida no es lo más importante si no lo que hizo luego: no volvió a jugar, es decir no se presentó a la segunda ronda, ni a la tercera y no esta en el pareo de la cuarta ronda, daremos el beneficio de la duda, espero que se encuentre bien de salud y que tenga una razón de peso, más que el colerón de botar la partida para hacer que lo que hizo. Algunos tienen la teoría de que es producto del machismo (perdió contra una dama), se podría pensar que surgío un imprevisto de última hora, pero mi teoría dice que se encabronó y no le dió la gana volver a jugar. Desde que juego es común ver esto en la última ronda y aún más si no se tuvo un buen torneo. Esta actitud evidentemente perjudica tanto al que se retira como a quién se quedó sentado esperando a su rival, da lástima gastar 20 dolares en una inscripción para nada y tambíen da lástima hacer tantos sacrificios para quedarse esperando a un rival que nunca vendrá. Si no me equivoco actualmente esta actitud se castiga con una pena económica pero deberían castigarlo con torneos, es decir que no pueda volver a jugar durante cierto tiempo. Hay que tener humildad señores y señoras, si se hace una mala partida no queda más que prepararse mejor, aprender a perder y tenerlas bien puestas para jugar hasta el final.
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